Eye tracking

El concepto de eye-tracking hace referencia a un conjunto de tecnologías que permiten monitorizar y registrar la forma en la que una persona mira una determinada escena o imagen, en concreto en qué áreas fija su atención, durante cuánto tiempo y qué orden sigue en su exploración visual. Estas tecnologías requieren de un software y un hardware.

El hardware permite monitorizar la mirada de los usuarios, mediante  el uso de cámaras (eye-trackers) que proyectan rayos infrarrojos hacia los ojos del participante que “iluminan” la pupila del usuario, sin necesidad de contacto físico. La función de los eye-trackers no es otra que determinar, sobre la rotación ocular, hacia dónde dirige la persona su visión central (fóvea), y por tanto qué zona de la escena visual estará siendo percibida más nítidamente en cada momento.

Entre los eye-trackers existen dos grupos: aquellos que se colocan en la cabeza del participante (para casos en los que el individuo necesite total movilidad) y los que registran el movimiento ocular desde la distancia, normalmente ubicados y camuflados en un monitor (una opción mucho más cómoda).

El software posibilita la interpretación de la inmensa cantidad de datos recogidos por el hardware, mediante mapas, animaciones y representaciones del movimiento ocular del sujeto.

Representación de la ruta:

Mapas de calor (señala dónde se ha fijado el usuario con mayor frecuencia):

Mapas de zonas ciegas (indica qué zonas han sido las únicas que los usuarios han visto):

No obstante, el componente cognitivo también es importante en la interpretación de datos. Por eso durante el desarrollo de esta tecnología se recurrió al método 'think-aloud', que  consiste en solicitar al sujeto que describa verbalmente durante la prueba qué está pensando, qué dudas tiene, por qué lleva a cabo una acción o explora visualmente un área de interés u otro.

El eye tracking tiene un gran potencial, y por tanto, una infinidad de aplicaciones, siendo una de las más llamativas desde el punto de vista comercial, el poder controlar dispositivos electrónicos, como ordenadores, con los ojos. Además de las ventajas que implica, entre las que destaca el gran recurso que supone para individuos con discapacidades físicas.